Rehiciste la curva del viento;
El saldo de las aguas;
La melodía de las aves;
Los colores vivos de la primavera;
El dulce aroma del perfume ligeramente amaderado.
Rehiciste la sonrisa del niño;
El niño sin cuello que mama en el pecho;
La despedida distante de la mala memoria.
Rehiciste el sueño perfecto;
El abrazo sin resentimiento;
El lado derecho;
La posición correcta del botón de la camisa en el bolsillo de la pechera.
Rehiciste el haber
En todo mi existir
Que justifica la nostalgia loca
Que hoy yo siento por ti.
Rehiciste la sonrisa en el rostro;
El sudor que fluye en trêmulas manos;
La palpitación de todo gran deseo;
Y la cama a sí misma como nunca había visto.
Me lo rehiciste un amor sin medida.
Y me curaste tantas heridas
Que lo que mantienia de las malas, yo ya perdí!
Rehiciste todo nuestro guardarropas;
Y poneste ropas nuevas;
Tantas ropas nuevas
Que yo, de las mias, ya me despi.
Rehiciste todo tan bello
Que ya no quiero
De usted desistir.
Dado que me lo rehiciste amar nuevamente
El amor que siento por ti.
Blogtree